He notado en tus labios sensuales
temblores de pasión y de deseo...
y en tus ardientes ojos,ahora leo
lúbrica sed de amores pasionales...
Tu fiebre de placeres celestiales
en tus mejillas encarnadas leo...
El ruiseñor comienza su gorgogeo
con músoca de arpegios ideales...
Dejemos,niña,al ruiseñor que cante,
gocemos del amor y de la vida,
aunque sólo gocemos un instante...
La voz del ruiseñor ya no es oída;
el himno del amor,surge vibrante
y de esa forma tenue,se perdió enseguida...
domingo, 31 de enero de 2010
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