miércoles, 3 de marzo de 2010

Las Vidas que nos mueren

Cuando te conocí
creí que las estrellas del cielo
habían crecido hasta la saturación,
hasta esa saturación que sangra el alma
en cada atardecer de nuestra propia muerte.

Cuando sangra el alma de la vida que nos mueren
como se muere poco a poco el día cada tarde,
en los atradeceres rojos de la sangre nueva
que va forjando nuestro anhelo.