Decameroniana

En la hora absurda,ardiente y sensual
mi fantasía loca,tiende las amplias alas,
de su sueño lleno de entusiasmo irreal
bajo la primavera de luz artificial,
que vierte sobre las sombras sus luminosas galas.

Los gerifaltes locos,hipógrifos cautivos
de la imaginación despierta del poeta
caminan silenciosos,cobardes,fugitivos,
muertos en la tragedia,sus impulsos más vivos,
en la tragedia inquieta, de la hora más quieta.

La mujer va desnuda:sobre el rosado seno
resbala el beso ardiente de la luna de plata...
Todo es grande,magnífico,misterioso y sereno
porque todo está profundamente lleno
del perfume suave,de una rosa escarlata...


La mujer va desnuda:su poema de fuego
se ha hundido en el estanque,pletórico de calma:
el agua se modula con carencias de ruego,
pero todo en silencio,se mueve un poco luego...
El estanque guarda su impaciencia en su alma.


La mujer resucita de las aguas dormidas
y la luna florece de nuevo en su pecho...
Y se llena el estanque de notas coloridas
pero las aguas estan agotadas y vencidas
sumergiendo en su calma su imponente despecho...

Las nubes han matado la blanca mansedumbre
de la luna de plata que durmió entre rosales...
El paisaje se tiñe de amarga pesadumbre;
se ha dormido la luna,al cobijo de la lumbre,
que forjaba el poema de las rosas carnales.

Se han abierto las nubes,tal vez arrepentidas
de robar a las flores su cariño lunar...
despiertan las imágenes por un instante dormidas
y las flores,con sus mejores galas estan vestidas
y con sus gasas de luna,se van a despertar.

Abandono el jardín en la noche callada
que es dueña y señora: Y despido a la luna,
con la estrofa que hace tanto tiempo le tengo dedicada...
Con la estrofa encantada,que es el lema de mi fortuna...

Adiós,jardín y rosas,adios,estanque y aguas quietas,
adios nubes,ligeras e inquietas
adios mujer,adios hermana luna...
que eres un poco,hermana de todos los poetas...