Nunca he dejado
conscientemente de esforzarme,
tras aquello que anhela mi corazón
todo mi yo, todo mi ser.
No me atrevo a detenerme
si lo hiciera,retrocedería,
mi vida se amargaría
y mi ser,empeoraría.
Es,la naturaleza misma
de todos los seres,
de todas las cosas
el afán de luchar siempre hacia arriba.
Con la cabeza alta y el cuerpo erguido
luchando cada día,siempre adelante.
Y si no ponemos voluntad y esfuerzo
nos quedaremos estancados
como el agua de los charcos
esperando a secarse.
Sé,que sin un impulso decidido,
yo,nunca,podría ir más allá de mí mismo.
sábado, 5 de diciembre de 2009
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