Esto que escribo es la introducción
a la escatología de un sentimiento.
Es, la crónica de lo irrepetible;
la insaciable paternidad del silencio.
Mañana quizás no encontrarás ni el pesado silencio
de éste hoy que es ayer,
como un siglo de acero anclado
en el horizonte de nuestras horas.
Entonces ni siquiera seremos
la débil afirmación de esta mentira,
que siempre fuimos.
Seremos acaso el latir entrecortado
del corazón de las sombras.
Pero...
Si sólo nos tocásemos la epidermis del dolor
sonaría como cuchillos de olvido,
afilándose en la mejillas de la noche.
Y dolería como el desamor agonizante
en la mitad del otoño.
¿Acaso hoy nos sentimos como dos amantes
del silencio,que tienen miedos de hablar?.
Pequeña y diminuta alma de goma
que has rebotado incesantemente
en las paredes de mi locura,
déjame pues,cortar las sogas de mi libertad
para así poder fecundar las cenizas
del silencio de tu maternidad
y esperar quizás mañana,cualquier día,
treinta y seis semanas,una eternidad
nuestro hijo,nacido de las sombras.
Pero...
Si quieres,ven,que aún podemos volver
a estrellarnos el uno contra el otro,
para seguir rebotando de alma en alma
indefinidamente,así.como trocitos de goma.
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