Por el pájaro enjaulado
por el pez en la pecera,
por mi amigo que está preso
porque ha dicho lo que piensa,
por las flores arrancadas
por la hierba pisoteada,
por los árboles podados
por los cuerpos torturados:
YO TE NOMBRO LIBERTAD.
Paul Eluard
Como dardos desintegrados
en la fugacidad de un momento,
quedaron nuestras furias y nuestras penas
petrificadas en el alma.
Resulta demasiado doloroso
recordar lo irrecordable,
¡hay tanta sombra afilada!
Acechando escondida,
en el corazón de las palabras
para poder abrir nuevamente viejas
heridas que nunca se cerraron.
Algo más que un otoño abandonado
se interpone entre tu voz y mi palabra.
Barreras vitales,frágiles como la luz,
ocultan los caminos extraviados de nuestra libertad.
Es el perenne ocaso naciente del imsonio en madrugada
a un año luz de distancia de unos besos,mil palabras,
con gesto atravesado parte a parte por la libertad
es,corre,viena y va,nuestra herida libertaria.
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