¿Cómo retener en mi alma al tibio sol del otoño,
mientras Becarisse invade mis sombras?
¿Acaso con la dulce plenitud de sus sonrisas,
o,comiendo la amarga fruta de esta angustia vital que me devora?
A ratos,huye el silencio de las desiertas
callejas que se entrecruzan en mi alma.
Hoy soy,la alegría del tiempo perdido
que estoy intentando recuperar,
sin tener la certeza de si mi intento será o no en vano.
Murmuran sus pasos una olvidada canción
en los brazos del cansancio,
que a veces,sólo algunas veces,parece ser tristeza.
¿Cómo poner límites a la amargura,
prisionera de mis días?
¿Cómo hundirme sin pánico en la eterna,
cara hirviente del dolor?
¿Cómo responder a tanto lamento,
roto y destrozado entre mis manos?
Tú y solo tú me puedes responder:¿Cómo?
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