Hay silencios en la vida tan densos
que se pueden tocar con la yema de los dedos,
sentir sobre los párpados cansados
que no se los lleva el viento.
Silencios tan densos como alaridos sangrantes
como caricias perdidas en un rostro de mujer,
como espinas fieras en las manos del alma
como esos besos que vuelan y no podemos coger.
Hay silencios en la vida tan densos
como la tristeza sin freno de quien nació para perder,
como cuchillos sin filo,que cortan
los recuerdos del ayer.
Hay silencios en la vida tan densos
lo sé,sólo yo que lo he vivido,lo sé.
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