domingo, 1 de noviembre de 2009

Un fruto del infierno

Ahora,que estoy inmerso en el libro
oscuro de las esquinas mojadas,
siento tus ojos palpitar
en el griscielo de las miradas y,
asisto,como escondido,
al infeliz anhelo de tu llegada.

La vida torpe de mis palabras,
te buscan como locas hambrientas
del deseo de tu mirada;mientras me adentro
en el amargo sueño de mi esperanza,
buscando por doquier al hombre nuevo
que nunca llegué a ser.

Y de nuevo asisto,al funeral intrépido
de mis palabras sangrantes
de una vida inacabada,
que nunca fueron mis oscuras miradas.

Me vendo al mundo que mejor me suena
y escalo frágil mi moral ajada,
pensando junto a tí,mi bien amada,
dulzores de muerte escarmentada.

Mi vida pasa como estertores de la muerte,
anunciando su escandalosa farsa
de cantos mancillados de jilgueros
ahora que ya llega la mañana.

Mi piel se seca paso a paso
igual que se marchitan las hojas del almendro
¿acaso soy un hombre raro,
o acaso soy,un fruto del infierno?

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